El seleccionado paraguayo volvió a quedarse con su pase, en este caso a la final, mediante la vía de los penales. Los venezolanos no pudieron meterla durante el alargue y sentenciaron su suerte a la definición desde los once metros. Villar se lo retuvo a Lucena, Verón convirtió el suyo y apagó la ilusión del pueblo de Chávez.
Una semifinal en Mendoza que se dio como se esperaba. Durísima, trabada, cerrada y con poco fútbol. Venezuela mejor, con más ímpetu y ganas que los albirrojos que sólo se limitaban a tirar pelotazos en busca de sus delanteros. Por eso este empate en cero aburrido.
La vinotinto estuvo más enfocada pues sabía cuál era su objetivo, en cambio, Paraguay se limitaba a lo que podían hacer sus volantes, flojos en el trato con el balón y erráticos en los pases lo que dejaba sin posibilidad de ataque a los dirigidos por el “Tata” Martino.
En frente a este bajo rendimiento, el entrenador colocó cambios pensando en un partido largo y mal no le fue. Al igual que en la eliminatoria de cuartos ante Brasil los 120 minutos no alcanzaron para que se saquen ventajas y se dio inicio a la tanda de penales.
Allí la figura fue Justo Villar que volvió a destacarse tapando uno de los disparos y dejando en los pies de Verón el boleto a la definición. Éste no titubeó, 5 a 3 final y a prepararse para los uruguayos sin ganar ningún partido (5 empates, 4 cero a cero). Totalmente paradójico.
Por su parte, los de César Farías cuentan con la tranquilidad de haber sido superior a su rival, con un conjunto sólido y esperando con ansias el choque ante los peruanos el sábado para saber si integrarán el podio de esta Copa América lo que haría más histórico aún este campeonato para el fútbol de aquel país.
La hora y el día ya estaban señalados de antemano: domingo 24 de Julio a las 16 horas en el Monumental de Núñez. ¿Los protagonistas? Uruguay - Paraguay. Inimaginable al comienzo del certamen.
Celestes versus albirrojos. ¿Quién se quedará con la gloria?
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