Paradójico y sorpresivo. Paraguay será el rival de Uruguay en el Monumental el próximo domingo porque venció por penales, tras volver a empatar ante Venezuela y accedió a la definición sin ganar ninguno de sus encuentros. La vinotinto se vuelve a casa de pie.
El estadio Malvinas Argentinas de Mendoza se vistió de fiesta para recibir la segunda semifinal del torneo continental que tuvo un trámite duro y trabado como se esperaba donde Venezuela mereció más pero, al igual que frente a Brasil, Paraguay se llevó el boleto a la ronda siguiente en los tiros penales. Villar atajó uno y ningún ejecutante albirrojo falló.
Aburridos fueron los 90 minutos que casi no contaron con situaciones de gol debido a la carencia de ideas para liberarse del cerrojo defensivo propuesto por ambos entrenadores.
Con la llegada del alargue llegó la expulsión del argentino nacionalizado paraguayo Jonathan Santana y la vinotinto se soltó yendo en busca del gol que le otorgara un histórico pase a la final de la Copa América pero el palo le dijo que no.
Paraguay, por su parte, nunca priorizó la posesión del balón y regaló el mismo a su rival entregándole el control del match, apuntando a la definición más azarosa donde la fortuna está de su lado.
Ortigoza, Barrios, Riveros, Martínez y Verón en ese orden convirtieron para los guaraníes mientras que Maldonado, Rey y Fedor anotaron para los venezolanos. Villar se lo tapó a Lucena.
Repudiable los incidentes al terminar el cotejo, aunque no pasaron a mayores por el accionar de las fuerzas de seguridad.
5 empates para Paraguay de los cuales 4 fueron 0 a 0. ¿Podrá romper la racha ante Uruguay?
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