Boca lidera el campeonato en soledad después del triunfo en el duelo de punteros ante un claro candidato como Lanús con una enorme actuación. Riquelme se hizo cargo de la conducción para reducir a su mínima expresión a los locales que nunca inquietaron. Sueña el xeneize y tiene con qué…
Parada brava, de esas en las que jugadores con sangre de campeón sacan chapa y los dirigidos por Falcioni no titubearon ni mucho menos. Pasaron por arriba en el trámite a los granates que en su cancha siempre son fuertes, se tomaron revancha de la derrota sufrida en el semestre pasado y, de yapa, quedaron solos vigilando la cúspide de la tabla de posiciones; negocio perfecto.
La totalidad de los minutos mostraron a un equipo superior a otro en los diferentes aspectos. Para Agustín Orión todo fue tranquilidad excepto el gol en contra de Insaurralde, pero las ideas y la profundidad brillaron por su ausencia en el conjunto de Schurrer que siempre se quedaron en la puerta de inquietar a una defensa sólida que de a poco encuentra esa confianza que pretendía.
Román se encargó de enlazar los ataques, de cuidar la pelota y de volver a poner en manifiesto que se encuentra en un enorme nivel. El ingreso obligado de Mouche apenas iniciado el cotejo no se notó ya que el extremo boquense estuvo imparable por la derecha.
En lo que corresponde al resto de la fecha lo más importante estuvo en el “Nuevo Gasómetro” donde Atlético Rafaela siguió haciendo de las suyas para hundir más todavía al once que dispuso Omar Asad. La incomodidad que genera la promoción lo hostiga, no encuentra la salida y va de mal en peor.
Otro que no puede sumar de a tres es Vélez, el último campeón que estuvo en ventaja frente a Newell’s pero penó por sus desconcentraciones defensivas. Valencia se lo empató sobre el epílogo.
La noticia feliz se dio en La Plata porque Russo, Verón y compañía pudieron sacarse la espina. Vencieron a Argentinos por 4 a 3, acrecentaron la triste realidad del Bicho y obligaron a su entrenador a dar un paso al costado.
Tiempos de reflexión, pasaron siete partidos donde para algunos la confianza va en aumento mientras que para los demás el promedio y las necesidades empiezan a ejercer presión a la hora de encarar un match. Boca aparece como el que más formado está, con virtudes que están en desarrollo pero con un rendimiento acorde a lo que sus hinchas merecen. No debe dejarse estar sino mantener la buena senda…
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