Independiente penó por los errores de Milito en la defensa y terminó sucumbiendo en Porto Alegre ante Internacional por la Recopa Sudamericana. La llave se dirigía a alargue, pero cuando sólo restaban siete minutos, Kléber de penal determinó la segunda derrota consecutiva en finales para los de Avellaneda que no pueden alcanzar así su 17º estrella internacional.
Andrés D’alessandro y Pablo Guiñazú fueron los dos argentinos verdugos del conjunto dirigido por Mohamed que no pudo aguantar la ventaja obtenida en su estadio, rápidamente desaparecida porque a los 25’ ya perdía 2-0.
El Beira-Río era el templo donde se agolparon todos los brasileños fanáticos del Inter para emprender esta remontada frente al Rojo de Avellaneda. Cómo se esperaba los primeros quince iban a ser claves, por la forma en que se acomodaran los dos y por qué situaciones se podrían dar que influirían decisivamente en el trámite. Trabado, equilibrado fue ese lapso del match, pero el quiebre se demoró nada más que cinco minutos de lo esperado.
A los 20’ Guiñazú le cedió el balón a Leandro Damiao, figura excluyente, que eludió con excesiva facilidad a Milito y a Maxi Velásquez sobre el sector derecho para definir con una calidad tremenda al palo más lejano de Hilario. 1-0, delirio de la afición dueña de casa.
A los 25’ un pelotazo aéreo por el que se batieron a duelo Milito y Damiao terminó con el zaguero central ex-Barcelona en el piso, cosa de la que se valió el delantero de 22 años para sentenciar a Navarro y cambiar el rumbo de la final cuando todavía restaba mucho por jugar.
No hay dos sin tres dice la popular frase y Milito no quiso ser menos. Otro error del defensor hizo exaltar a todos los hinchas que colmaron la tribuna visitante pero respiraron aliviados al ver como la pelota salía desviada.
Percibió el golpe el equipo argentino que sacó pecho y fue cómo pudo, valiéndose de acciones conjuntas de sus jugadores más ofensivos, Marco Pérez y Facundo Parra pero el quiebre lo condujo el entrenador en el entretiempo. Salió más decidido, con más ímpetu el conjunto nacional que descontó por intermedio de Maxi Velásquez a los 48’ mediante una combinación colectiva sobre la izquierda.
El partido entró en una meseta tras el descuento, se empezó a sentir el desgaste físico y los cambios comenzaron a sucederse por el lado local. El volante creador ex River debió abandonar su lugar por una lesión mientras que Jó suplantó a Dellatorre.
Justamente el recién ingresado entró al área, el arquero lo derribó y Kléber de penal, fue el encargado de inclinar la balanza para el lado brasilero cuando el reloj marcaba 83’.
El pitazo de Jorge Larrionda terminó lo que se daba y decretó otro fracaso para Independiente que se queda a un paso de sumar su 17mo título internacional, otra vez paga caro sus errores…
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