Una nueva jornada del fútbol doméstico dejó alegrías en La Bombonera, paridad y violencia en la previa del clásico de Avellaneda mientras que en Boedo volvieron a ser moneda corriente las caras agridulces porque no logran sumar. La confianza del líder va en franco aumento mientras que nadie parece poder hacerle frente…
Muchas conjeturas había sobre la visita del Matador de Victoria al puntero del campeonato, pero lo cierto era que si bien los de Arruabarrena llegaban jugando un fútbol de alto nivel, con varios ejes de ataque para lastimar al local, iban a tener que afinar la puntería y no cometer errores para volverse con una recompensa.
Una desconcentración, un error vital, fue el que puso las diferencias. Jugada preparada, Riquelme como ejecutante, Rivero desmarcado. Centro a ras de suelo y Castaño que la empuja en propia puerta. Después el trámite no presentó distancias considerables. La solidez, la confianza y la estirpe ganadora de este nuevo Boca que armó JC Falcioni lo colocaron donde está hoy. Sólo en la cúspide y con cinco unidades sobre su más inmediato perseguidor, el recién ascendido Atlético de Rafaela.
Por su parte, los de Trullet doblegaron a los granates en su cancha, ante su gente aunque no sin sufrirlo. Arrancaron abajo tras el grito del uruguayo Regueiro mientras que, gracias a dos expulsiones en el cuadro de Schurrer, Fontanini y Fede González dieron vuelta el resultado. Ya pasaron diez fechas, este corto plantel no se cae, se hace fuerte cuando ejerce la localía y complica en terreno ajeno. Enorme torneo.
El cotejo cumbre era, sin lugar a dudas, el mejor clásico que le quedó esta temporada al fútbol nacional: Racing – Independiente. Lastimosamente, los espectáculos siguen siendo empañados por la violencia a la que debemos enfrentarnos cada día y no fue la excepción. En la antesala del match hubo un enfrentamiento que dejó un herido de bala, fuera de peligro.
En lo que nos concierne, no hay mucho de lo que hablar. Ninguno jugó a nada, fue más un premio al ímpetu. 1-1, con tantos de Hauche apenas cuando se llevaba disputado un minuto y Parra promediando la etapa inicial.
Tampoco se puede dejar de analizar la situación de los comandados por el “Turco” Asad, que navegan en la intrascendencia y rozan el fondo en los promedios. En esta ocasión el verdugo se llamó Godoy Cruz, que cuenta con el máximo artillero del certamen, Rubén “Tito” Ramírez. Para el que no lo vio, perlita la definición del segundo.
Ya sobrepasamos el ecuador del Apertura. Un único candidato, Boca Juniors. ¿El campeón? Todavía puede pasar cualquier cosa, los partidos hay que jugarlos…
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